miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hola de nuevo! Hoy tengo una historia psra contar que hice como trabajo para una de las clases de narrativa de cuentos. Este verano me apunte a un curso intensivo en La Casa de los Cuentos que dirige una mujer exteaordinaria. Esta mujer es Numancia Rojas. Muchos la llamamos Numi, cariñosamente,porque Numancia es muy largo. Pasa lo mismo con mi nombre, me llaman Espe por la misma razon. Otro dia os hablare de Num que es alguien muy especial y se merece unos cuantos renglones. prometo hacerlo. El trabajo consistia en escribir , como no, un relato sobre algo caracteristico de Barcelona como la fuente de canaletas, la dama del paraguas, colon, etc. etc. Yo elegi la gamba de mariscal. Ahi queda mi cuento. Corrian los años alla por el 1850 cuando Barcelona tenia su barrio de pescadores situado donde hoy llamamos La Barceloneta Cuentan los cronistas que durante un tiempo los barcos de pesca que faenaban en nuestra costa, se vieron azotados por una extraña y demoledora crisis. Segun cuentan habia embarcaciones de pesca de arrastre que desaparecian y nunca mas se sabia nada de su suerte Habia rumores de todas clases, contaban que una extraña criatura marina, inmensa, aterradora y de una gran fuerza, se enmarañaba en sus redes y los arratraba haciendolos naufragar. Nunca se volvia a saber de ellos, ni del barco ni de su tripulacion. A veces, algun temporal de otoño, devolvia a la playa trozos de madera que los vecinos identificaban como restos de alguna embarcacion desaparecida. El panico se fue apoderando de todos pues no habia casa que no hubiese perdido un padre, un hermano o un hijo en tan tragicas circunstancias. Asi, poco a pico fueron abandonando el oficio que habia sido el sustento de muchas generaciones. La Barceloneta se sumio en la miseria y los tiempos se volvieron dificiles y muy tristes. Lejos quedabanla alegria de los barcos entrando y saliendo , el trasiego de las mujeres con sus cestos de mimbre ayudando a trasladar la plateada carga y el griterio de las subastas y los carros que llevaban el pescado a los mercados. Pero un dia, atraco en el puerto un pequeño mercante griego gobernado por un joven pero intrepido capitan llamado Alexis. Era un mozo alto, de complexion fuerte, pelo castaño rizado y ojos oscuros. El blanco impecable de las camisas que solia vestir realzaba una tez morena, curtida por todos los vientos y salpicada por el salitre de las olas de todos los mares. Al capitan le llamo la atencion la vision de los pesqueros varados en la playa consumiendo sus horas al sol. Como hombre de mar que era se entristecio mucho con aquella imagen y decidio indagar la causa de tan desolador paisage. Puesto al corriente de lo sucedido convencio a los pescadores para que con las redes que guardaban confeccionaran una de grandes dimensiones y se la cedieran para poder salir en busca de la extraña criatura marina que habia perturbado profundamente sus vidas y si la suerte le acompañaba, capturarla. Una vez confeccionada la red, la engancho en su carguero y la primera noche de luna llena se hizo a la mar. De nada habian servido los intentos de los pescadores de convencerle que abandonara una idea tan arriesgada y asi se quedaron en la orilla con una mezcla de temor y esperanza. Aguardaron toda la noche con sus corazones encogidos y al amanecer decidieron regresar a sus casas. Pasaron varios dias y asi empezaron a temer lo peor pues era mucha la tardanza pero al cabo de una semana un dia al asomar el primer rayo de sol divisaron en el horizonte una silueta que todos identificaron como el carguero griego. Y al acercarse a puerto pudieron ver que en la gran red llevaba enredada una gamba de dimensiones extraordinarias . Tan grande era que se necesitaron 50 hombres para sacarla del mar. Dejaron la gamba en la arena donde poco a poco el sol la fue secando y los temporales devolvieron sus restos al mar. Alexis volvio a Grecia para seguir surcando los mares con el orgullo y la felicidad que le acompañaron el resto de sus dias al haber conseguido que la Barceloneta recuperara su esplendor. La gamba del paseo maritimo se la encargaron al artista la asociacion de vecinos que la financio como homenage al valiente capitan que con su gesta les habia devuelto sus vidas y su mar.

1 comentario:

Arya Forel dijo...

Hola guapa... molt bonica la historia...
Petons,